lunes, 26 de mayo de 2008

Entrevista, por Laura Ventura. Culturar

PERSONAS Y PERSONAJES // UNA VOZ NÍTIDA CON ACENTO ORIGINAL
Por: Laura Ventura - 25/05/2008



De la Puente es además docente universitario


De la Puente junto a Zaccagnini y Kunca


Maximiliano, a la derecha en "Hecho para la ocasión"
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Además de actor y director, Maximiliano de la Puente es dramaturgo y ha recibido varios premios por sus obras. Actualmente, se destaca en "Rotulismo", en el Konex, una puesta con “intimidad”, como la define, que cuenta con excelentes actuaciones.

El personaje que Maximiliano de la Puente creó e interpreta en Rotulismo tiene algo de él: cierta fragilidad, un aire de timidez y un look intelectual. El actor, dramaturgo y director, de 33 años, explota aquellos rasgos en la obra, pero no estaba interesado en retratar a su alter ego, sino en escribir una historia con la que los espectadores se sintiesen identificados. Y lo logró.

Rotulismo
sucede casi en el mismo tiempo que dura una sesión de un paciente en el consultorio de su fonoaudióloga, al que concurre desde hace varios años para intentar curarse de la patología que da nombre a la obra (ver nota relacionada). De la Puente la comenzó a escribir en diciembre de 2001 y cuatro años más tarde presentó el texto en el Concurso de Dramaturgia Konex y obtuvo el primer puesto. “Me interesó ese vínculo raro donde se mezcla lo confesional y lo profesional. La enfermedad es algo que trasciende a ese paciente y se revela como algo más emocional. Es la idea, llevándolo a un extremo, de estar casi imposibilitado para vivir”.

Tiempo atrás, el mismo de la Puente consultó a una fonoaudióloga y estos encuentros lo inspiraron: “El tema del lenguaje, del no poder decir, eso es lo que está presente en Rotulismo, para la cual convocó a Gonzalo Kunca y a Carolina Zaccagnini, quien interpreta con una gran destreza a la profesional. “El personaje de Carolina tiene muchas curvas, muchos matices, cosas muy abruptas y eso la exige mucho; yo, en cambio, trabajo en un arco mucho más reprimido. La exigencia que tiene ella, sumado a la cercanía con el público, es inmensa”.

Luego el realizador debió elegir una sala del Konex y no dudó en pedir la más pequeña y un rincón de la misma para montar aquel texto premiado: “queríamos que los espectadores se sintiesen dentro de la obra”.


Una formación extensa

Su ingreso al teatro se produjo de la mano de la actuación, y luego llegaría la escritura. En el Rojas comenzó a tomar clases con Miguel Pittier y luego siguió con Gabriel Correa.Y mientras aquel mundo lo abrazaba, no descuidó su carrera de Comunicación Social ni su maestría en la UBA. Luego siguió sus estudios con Marcelo Bertuccio (“un profesor al que le debo mucho”), Rafael Spregelburd, Mauricio Kartún y Rubén Szuchmacher.

Desde 2006 ha montado Hecho para la ocasión, basada en el cortometraje Film, de Samuel Beckett, y Yace al caer la tarde. Además, su trabajo ha sido reconocido no sólo en el país, sino también en el exterior. Dos de sus obras, que aquí no fueron puestas en escena aún, se montaron en Barcelona.

Además de docente universitario y de dictar talleres de dramaturgia, de la Puente actúa y trabaja en la preproducción de una obra de teatro, a partir de tres textos breves, junto con Santiago Loza (Extraño) y Martín Flores Cardenas (Exactamente bajo el sol y Catedral), y escribe teatro y narrativa.

Con humildad, reconoce que tiene escritas más de 30 obras, y en aquella vorágine en la que vive busca un tiempo para nadar: “me da paz, cuando estoy en la pileta no pienso en nada, salvo en llegar a la otra punta”.

Su preocupación por mantener el oxígeno se ve reflejada en sus textos, donde da vida a personajes verosímiles y recrea situaciones poderosas y cercanas al espectador.

http://www.culturar.com/notas.php?id=1194



Critica Gabriela García Morales, Culturar

TEATRO // LA IMPOTENCIA DEL LENGUAJE
Por: Gabriela García Morales - 22/05/2008





Carolina Zaccagnini y Maximiliano de la Puente
“Diagnóstico Rotulismo" cuenta la historia de dos jóvenes que sufren una enfermedad lingüística de origen desconocido. Ambos son atendidos por una fonoaudióloga muy seductora que detenta el poder del que sabe y da salud.

Esta mujer que comienza dominando la relación con un paciente sumiso y temeroso pronto mostrará las profundas grietas por donde se le escapa el deseo. Se plantea la relación profesional-paciente en un espacio muy reducido, en lenguaje cotidiano y donde el público está tan cerca de los actores en esta puesta austera y realista, que logra involucrar al espectador de inmediato.

El tono sabiondo de la mujer que cumple el rol social del saber despierta la complicidad del espectador que entre asombrado y divertido sigue el desarrollo con sucesivas carcajadas. La fonoaudióloga le propone ejercicios vocales disparatados y de gran dificultad que el paciente intenta reproducir sin éxito. La incomodidad de Leo (Maximiliano de la Puente) resulta divertido para quien la mira. La frustración y la llegada de un tercero modifican la relación.

En el transcurso de la obra se alteran los roles, los límites entre lo personal y lo profesional se borran en esta sesión interminable. La cura jamás tendrá lugar. Diagnóstico Rotulismo tiene un comienzo muy potente. Al principio son sólo voces, sonidos que se abren en una absoluta oscuridad y más adelante se apela a otros sentidos como el sabor a lavandina en el café y al olfato con un olor que se presume nauseabundo y que procede del baño.

Rotular, poner nombre, catalogar, definir es un intento vano. El lenguaje no alcanza, no logra abarcar la necesidad de expresión pero entre las palabras se cuela el deseo, lo no dicho, lo que finalmente se transmite a pesar de la correcta y pulida expresión oral.

Ganadora del concurso de obras teatrales de Konex-Argentores en el año 2005 la obra es creación de Maximiliano de la Puente que además actúa en la puesta en compañía de la excelente interpretación de Carolina Zaccagnini y Gonzalo Kunca.


Ciudad Cultural Konex

Diagnóstico Rotulismo
Maximiliano de la Puente
Actúan: Maximiliano de la Puente, Gonzalo Kunca, Carolina Zaccagnini
Escenografía: Karina Claramunt
Iluminación: Lorena Díaz Quiroga
Realización de escenografia: Emir Arevalos Gómez
Puesta en escena: Maximiliano de la Puente, Carolina Zaccagnini
Dirección: Maximiliano de la Puente, Carolina Zaccagnini
Web: http://rotulismo.blogspot.com

Dirección: Sarmiento 3131
Teléfono: 4864-3200
Web: http://www.ciudadculturalkonex.org.ar
Entrada: $20
Miércoles, a las 20:30

http://www.culturar.com/notas.php?id=1192&PHPSESSID=d145f6a5469eeadb359d0ec76a54866f



Crítica Celia Dosio

Pablito clavó un clavito, qué clavito clavó Pablito…


por Celia Dosio
celiadosio@gmail.com

Sobre Diagnóstico rotulismo,
de Maximiliano de la Puente

Entramos en la pequeña sala D, en el Konex. El título de la obra no es lo más prometedor pero se apagan las luces y nos vemos transportados al consultorio donde Gladys, una intensa fonoudióloga, atiende a su tímido paciente, Leo. Después de una larga sesión de ejercicios y trabalenguas, se analizan las posibilidades de alcanzar una cura. Nos reímos nerviosos mientras Leo sufre. Es el precio de lograr una dicción clara y segura como una persona normal. Nos reímos aliviados de no estar en su lugar.

Carolina Zaccagnini se luce encarnando a una fonoudióloga que alterna entre las seguridades que le da escudarse en su profesión y sus propias falencias personales. La vemos avanzar sobre Leo, Maximiliano de la Puente, con trabalenguas imposibles, y trastabillar con un simple café cortado. El clima de la sesión se va enrareciendo, las distracciones se suceden hasta que irrumpe un tercer personaje. Suena el timbre y aparece él: caja de herramientas, el rollo de cinta, camisa a cuadros. Es el plomero, compuesto por Gonzalo Kunca. Los roles tan precisos del comienzo se van desdibujando y la idea de alcanzar una "cura", científica, inequívoca, salvadora, se vuelve tan difusa como la misma enfermedad.

Termina la obra y nos queda picando algo. Ese afán por mejorar la dicción y naufragar estrepitosamente en el intento, ¿no puede pensarse como una respuesta, socarrona y tartamudeada, a algunos críticos teatrales, consagrados y prestigiosos, que repiten su eterna cantinela de que a los actores jóvenes no se les entiende nada cuando hablan?

La obra ganó el primer concurso de obras teatrales Konex y se estrenó a fines del año pasado. Se puede ver todos los miércoles a las 20:30 hs.


Diagnóstico rotulismo, de Maximiliano de la Puente
con Carolina Zaccagnini, Gonzalo Kunca y Maximiliano de la Puente
Dirección: Carolina Zaccagnini y Maximiliano de la Puente
miércoles 20:30 hs.
CC Konex, Sarmiento 3131. 4864 3200

lunes, 19 de mayo de 2008

Entradas a 2 x 1

Para los espectadores, una nueva promoción: quienes escriban a rotulismo@gmail.com reservando entradas, podrán acceder a un 2 x 1, es decir dos entradas al precio de una.

Escriban a rotulismo@gmail.com

viernes, 16 de mayo de 2008

Entrevista en Crítica Teatral, por Gabriel Peralta

Reportaje a Maximiliano de la Puente

Maximiliano de la Puente es actor, dramaturgo y director. Como actor participó en El viaje de Mirna y Candy (ambas con dirección de Matías Feldman) y Bizarra (dirección de Rafael Spregelburd), escribió, dirigió y actuó en Yace al caer la tarde, y escribió y dirigió Hecho para la ocasión. Actualmente expone su triple rol (actuación-dirección-dramaturgo) en la muy buena obra Diagnostico: Rotulismo, que se ofrece todos los miércoles en Ciudad Cultural Konex.

CRITICA TEATRAL: -¿Por qué te inclinaste por el teatro y cuales fueron tus profesores?
MAXIMILIANO DE LA PUENTE: -Mi inclinación por el teatro fue algo que se fue imponiendo de manera casi accidental y en algún punto, inconsciente. Se convirtió en una vía para canalizar inquietudes personales que no lograban canalizarse por otras vías. Ingresé al teatro desde el lugar de la actuación. Mis primeros talleres de actuación fueron en el Centro Cultural Rojas, a principios de los noventa. Allí estudié con Miguel Pittier y Gabriel Correa. En cierto momento, sentí que necesitaba volcarme al campo de la escritura teatral. Comencé a estudiar entonces con el dramaturgo y director Marcelo Bertuccio. Participé durante cuatro años de distintos talleres coordinados por él: la mayoría de escritura dramática, otros dedicados al análisis de textos dramáticos de Sófocles, Henrik Ibsen, Samuel Beckett, Heiner Müller, Bertolt Brecht, entre otros autores.
Paralelamente me sumé a un seminario que estaba dictando Rafael Spregelburd, “El actor como productor de sentido”. Con él participé como actor de sus obras Fractal y Bizarra, una saga argentina.
En el campo de la puesta en escena, reconozco como una influencia muy importante los dos años que estudié con Rubén Szchumacher.
CT: - De los profesores que has tenido ¿me podrías decir qué te aportó cada uno?
MDLP: - Se podría decir que Miguel Pittier y Gabriel Correa me iniciaron en la actividad teatral, un mundo hasta entonces desconocido para mí. Me mostraron en sus talleres las maravillosas potencialidades que se encuentran ocultas en el trabajo del actor.
Con Marcelo Bertuccio aprendí a construir mundos ficcionales dramáticos. Él me guió hacia la especificidad de la escritura teatral: el trabajo y la preocupación por encontrar situaciones, conflictos y acciones dramáticas. En sus talleres comencé a encontrar mi voz como autor, y a poder expresarla teatralmente. Fueron muy valiosos también sus seminarios de análisis de textos, porque me dieron la posibilidad de ponerme en contacto y comprender en profundidad otras textualidades.
Las obras de Rafael Spregelburd me dieron rodaje como actor. Bizarra fue una experiencia muy particular porque exigía del actor, al realizarse de lunes a viernes durante unos pocos meses, un trabajo muy performático y de una gran inmediatez. Recuerdo también de su seminario algunos ejercicios muy interesantes que dieron origen a Fractal.
De Rubén Szchumacher me parece fundamental su profunda capacidad de análisis y reflexión sobre el hecho teatral, y su concepción del teatro como una actividad compuesta por la interacción de tres lenguajes: el literario o dramatúrgico, el visual y el sonoro, los cuales confluyen en la puesta en escena, que se organiza en un sistema coherente. Esta concepción obliga a reflexionar sobre los tres lenguajes mencionados, que intervienen en toda puesta.
CT: - ¿Cómo conjugas tus distintos roles cuando en una obra tenes a cargo la dramaturgia, la dirección y la actuación?
MDLP: -No es una tarea sencilla. Es una decisión a asumir en cada caso en particular, según el material del que se trate. Las tres experiencias que tuve hasta ahora fueron totalmente distintas: en Yace al caer la tarde, mis roles fundamentales fueron el de autor y director. Sólo en un estadio final del proyecto decidí incluirme como actor, en un papel muy menor y secundario. De todas maneras, me apoyé muchísimo en el trabajo conjunto con mis asistentes de dirección y en la grabación de los ensayos en video.
En Hecho para la ocasión –una obra realizada en el marco del homenaje que el Centro Cultural Rojas y la Embajada de Francia prepararon por el centésimo aniversario del nacimiento de Samuel Beckett- todo fue muy vertiginoso. El año y medio de preparación que me llevó ensayar Yace al caer la tarde, se contrapuso con los escasos dos meses de montaje de esta obra. Mi tarea aquí estuvo centrada fundamentalmente en la dirección y la dramaturgia: tuve que ordenar en forma de espectáculo las distintas improvisaciones, procedimientos y consignas textuales que fueron surgiendo durante los dos meses de ensayos. Este proceso fue muy rico, surgió una gran cantidad de material que provenía básicamente del universo de las obras breves de Beckett y de su cortometraje Film. El espectáculo era una reinterpretación de estos textos.
Por último, en Diagnóstico: rotulismo, la multiplicación de mis roles implicó -e implica todavía- un desafío muy importante. La tarea de dirección conjunta con Carolina Zaccagnini –y el hecho de que ambos tengamos en la obra roles actorales de gran responsabilidad- fue muy intensa. Es una obra en la que, si bien mis obligaciones desde la dramaturgia y la dirección están muy claras, me pienso básicamente como actor, e intento dar lo mejor de mí desde ese rol, comprometiéndome totalmente con el proyecto.
Por otra parte, el proceso de escritura del texto, salvo en Hecho para la ocasión, en donde éste se fue elaborando durante el propio proceso de ensayos, ha sido siempre una fase solitaria, previa a la preparación del montaje. Aunque en Yace al caer la tarde y en Diagnóstico: rotulismo, el texto ya estaba escrito desde antes del comienzo de los ensayos, hubo una instancia de reescritura importante durante el encuentro y la interacción con los actores, especialmente en mi última obra.
CT: - ¿Cómo surgió Diagnostico Rotulismo?
MDLP: - La obra surge a partir de distintas sesiones de foniatría que mantuve a lo largo de un año y medio, con una fonoaudióloga que tenía ciertas características asimilables al personaje de Gladys, que interpreta Carolina Zaccagnini. En cierto sentido, toma una experiencia real, la exagera, la deforma, la vuelve patética, risible y sumamente trágica. Tanto los pacientes como la fonoaudióloga son personajes que están tremendamente solos y por ese motivo, muy necesitados de afecto. Son personajes encerrados en su soledad. Creo que ésa es en realidad la enfermedad que padecen, que los imposibilita para interactuar en la vida diaria, el universo en común que también los une y que les permite poder vincularse entre sí.
La enfermedad, un eje que atraviesa estructuralmente a la obra, no es tanto el rotulismo –esa dolencia ambigua y desconocida, de origen lingüístico, que padecen los dos pacientes- sino que más bien se manifiesta en esta carencia de afecto de la que hablaba antes.
CT:- ¿Cuál fue el proceso de trabajo de la obra?
MDLP: - En principio, hubo un intervalo de tiempo muy prolongado entre el proceso de escritura de la obra y el del comienzo de los ensayos. El texto original de la obra estuvo terminado en diciembre de 2001. Los ensayos se iniciaron en marzo del año pasado. En febrero de 2005, el texto obtuvo el Primer Premio del concurso de obras teatrales Konex-Argentores para autores jóvenes, lo que posibilitó que la obra se montara en Ciudad Cultural Konex.
Durante los ensayos con Carolina, la obra fue puliéndose y definiéndose aún más, gracias al proceso de reescritura al que la sometimos, que fundamentalmente apuntó a condensar y resaltar netamente algunas situaciones que en el texto original aparecían quizás un tanto más diluidas.
Siento que, de mis obras, esta es en la que más hincapié se hizo en el trabajo actoral: los vínculos, las motivaciones, los deseos de los personajes fueron sumamente indagados y profundizados durante los ensayos. La incomodidad que viven y padecen los personajes, y la tensión recíproca que eso les genera, se convirtió en un elemento que fue adquiriendo mucha preponderancia durante el proceso.
CT: -¿La cercanía del público fue una elección? ¿Por qué?
MDLP: -Sí, fue claramente una decisión conciente. Ciudad Cultural Konex es un ámbito que cuenta con salas muy amplias, con capacidad para más de cien personas en casi todas sus salas. En nuestro caso, el desafío era generar un ámbito muy pequeño, íntimo, en donde la cercanía con el público fuera inmediata, para que éste se sintiera partícipe activo de la acción.
Siempre pensamos a Diagnóstico: rotulismo como una obra de primeros planos, o de planos muy cercanos, en donde el público tiene que poder captar el más mínimo gesto, las múltiples intencionalidades y movimientos microscópicos. Para lograr este fin, la cercanía del espectador con respecto a la escena es fundamental. El público tiene que sentirse adentro del consultorio de la fonoaudióloga, debe padecer la misma incomodidad que sufren los pacientes al enfrentarse a ella. Tiene que formar parte, debe ser casi un paciente más. Para lograr esta identificación público-paciente, que propone la puesta, la cercanía espacial es determinante.
Por este motivo elegimos un rincón de la sala D, la más pequeña de Konex, para el montaje de la obra.
CT: -¿Qué importancia tiene el espacio en tus trabajos? ¿Te sentís cómodo con el despojamiento?
MDLP: -El espacio es determinante para mí. Desde el principio de un proyecto, el espacio físico siempre determina la forma que asumirá la puesta en escena de un espectáculo. Esto fue muy evidente en Hecho para la ocasión, ya que la obra se llevó a cabo en la sala Biblioteca del Centro Cultural Rojas, un espacio sumamente narrativo y significante en sí mismo, una biblioteca antigua, de madera, con dos niveles. Nosotros decidimos usar el espacio todo a lo largo, con mucha profundidad y con una cercanía inmediata del público. Este es un elemento que considero muchísimo en mis puestas: me interesa que los espectadores estén lo más cerca posible de la acción, que capten los más mínimos detalles y sutilezas, porque considero que el teatro se nutre fundamentalmente de ellos. Para mí, la verdad escénica está en los detalles.
El despojamiento espacial y escenográfico lo abordé también en Yace al caer la tarde, en donde la escena estaba habitada solamente por los cuerpos de los actores. Me gusta que el actor quede a solas en la escena. Sólo se tiene a sí mismo y a su compañero, y no hay nada más. El actor está absolutamente desprotegido, lanzado al abismo. E intenta generar teatralidad desde ahí.
CT: -¿Como ves al teatro alternativo?
MDLP: -Por un lado, el teatro alternativo goza de muy buena salud: hay una cantidad enorme de espectáculos, lo que garantiza una gran variedad de estéticas, formatos, caminos de investigación disímiles y contrapuestos. El hecho de que al mismo tiempo coincidan muchos grupos haciendo obras muy diferentes entre sí, me parece muy alentador.
Por otra parte, uno de los problemas es que la producción teatral está muy centralizada en la Ciudad de Buenos Aires. Por lo que sé, en el interior se hace todo mucho más difícil, especialmente en cuanto a recursos. No hay mucho intercambio entre las producciones de Buenos Aires y las del interior del país, más allá de los esfuerzos del Instituto Nacional del Teatro.
Además el teatro alternativo circula en un ámbito muy reducido de espectadores: las entradas son cada vez más caras, lo que implica que sólo un espectro social muy limitado del público pueda acceder a ver obras. En ese sentido, me parece que desde hace mucho tiempo el teatro dejó de ser un lugar para el encuentro entre personas de grupos y ámbitos sociales heterogéneos, es decir una instancia de comunión, y creo que eso es algo que sería interesante recuperar.
CT: - ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
MDLP: . En este momento estoy participando de un festival de teatro binacional, en el que están involucradas compañías de Argentina y Chile, que se llama Espacios Comunes. Estoy realizando como actor una obra del dramaturgo venezolano Gustavo Ott, con dirección de Solana Landaburu. Estamos haciendo cuatro funciones en el Teatro IFT, desde el 12 al 15 de mayo. Luego iremos a Santiago de Chile, en donde haremos tres funciones más en el Café del Teatro, durante el último fin de semana de mayo.
Por otro lado, junto con los directores Santiago Loza y Martín Flores Cárdenas, estamos comenzando a desarrollar un proyecto que se estrenará a fines de este año, o principios del año próximo. A partir de tres textos breves de cada uno, que remiten a un mismo hecho ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires, buscamos elaborar un espectáculo que confluya en una totalidad común.

Reportaje: Gabriel Peralta para CRITICA TEATRAL

http://www.criticateatral.com.ar/index.php?ver=ver_critica.php&ids=5&idn=1181

martes, 13 de mayo de 2008

Carlos Pacheco, La Nación

Buenos climas y sorpresas en una historia inusual

En Diagnóstico : rotulismo se luce Carolina Zaccagnini

Diagnóstico: rotulismo , de Maximiliano de la Puente. Intérpretes: Carolina Zaccagnini, Maximiliano de la Puente. Gonzalo Nunca. Escenografía: Karina Claramunt. Iluminación: Lorena Díaz Quiroga. En Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131). Funciones: miércoles, a las 20.30. Duración: 50 minutos.

Nuestra opinión: buena

La escena muestra una sesión entre una fonoaudióloga y su joven paciente. El tratamiento busca solucionar o mejorar los problemas en el habla del muchacho. El mundo entre ellos no parece muy natural. La mujer se impone, en un comienzo, con cierta severidad frente a algunas negativas del joven, pero, a poco de iniciada la acción, el espectador podrá tomar contacto con una relación que, desde el vamos, parece encauzarse por unos carriles poco profesionales.

Entre ellos, más un tercer personaje que ingresará promediando el espectáculo, irán develando un juego de relaciones en el que el poder de la médica, a veces, y el del paciente, después, tendrán unos rasgos tan particulares que el rotulismo dejará de ocupar o resultar un centro de interés. Muchas cuestiones personales irán filtrándose en esos diálogos que mantienen y ellas serán determinantes a la hora de reconocer quién es quién en ese consultorio.

Lo atractivo del planteo de Maximiliano de la Puente, en tanto es autor, es su habilidad para presentar y desarrollar el drama minuciosamente. La sorpresa asoma continuamente y esto no sólo les da riqueza a los personajes principales, sino que, hace que esa trama por momentos pase del patetismo al delirio, al provocar más de una sonrisa.

En su rol de director, De la Puente consigue crear muy buenos climas. En el aspecto interpretativo resulta muy destacada la labor de Carolina Zaccagnini, una fonoaudióloga, que, desde el comienzo, expone una serie de cualidades expresivas que irá desarrollando a lo largo de la función y siempre con buenos logros. Los roles masculinos quedan un tanto empequeñecidos frente a la capacidad creativa de la actriz, aunque ellos tienen ciertos momentos verdaderamente desopilantes.

Carlos Pacheco



Lucho Bordegaray, Revista Llegás

OBRA: DIAGNOSTICO: ROTULISMO

EGE CON EGE: GOTULISMO

Nadie le ha preguntado a Blumberg a qué se refiere cuando dice “comisería”: se sobreentiende que es “comisaría” no solo porque es sencillo reemplazar una vocal por otra, sino porque su léxico incluye muchas palabras referidas a la seguridad y a la represión del delito, por lo que nadie entendería “camisería” o “carnicería”. Sin embargo, cuando alguien no pronuncia bien las erres, el cerebro receptor parece no poder decodificar lo escuchado y, por ejemplo, aun señalándosele un estadio deportivo en la zona de Caballito, quien oye “Esa es la cancha de Fegocaguil Oeste” parece estar más cerca de entender “Milanesas a la napolitana” que “Esa es la cancha de Ferrocarril Oeste”. Sí: quienes padecen esta dificultad suman a su problema el de oyentes poco voluntariosos o nada imaginativos y, para peor, hasta la ciencia parece burlarse de ellos al ponerle un nombre impronunciable a su propio diagnóstico: rotulismo. Ser como un alófono en el terruño parece haber convertido a Leo en un chico retraído. Y, ya no tan chico, ahora está corrigiendo sus erres poniéndose en manos de una fonoaudióloga, Gladys, con quien mantiene un vínculo enrarecido. Hacia dónde puede encaminarse esa relación entre una mujer seductora que ostenta la posesión del saber y de la cura, y un joven tímido, esmirriado y sometido a la repetición de unos ejercicios pueriles –que, paradójicamente, le permitirán hablar como un adulto– quizás nos lo responda la llegada de Carlos, otrora paciente de Gladys, quien parece haber superado junto a ella el rotulismo, más no otras cosas. Maximiliano de la Puente es el autor de esta sesión única y prolongada de Leo (que bien podría haber sido la de un personaje encarnado por Woody Allen) en la que los problemas de la dicción –que se sospecha son vividos como gravísimos– dan paso a otros que ponen en juego lo emocional. Y toda la obra parece estar atravesada por la sensación de que, con rotulismo, ceceo o la pronunciación más clara, siempre hay algo que el otro no nos entiende, y viceversa. Sin embargo, la realidad aciaga que viven los personajes está desarrollada como comedia, porque el trazo naturalista del relato es el mismo que alimenta los crecientes toques de absurdo, como en la vida misma. El autor asume en esta puesta el rol de Leo, transmitiendo una energía agónica, como si cada acción, cada palabra suya implicase la quema de los últimos cartuchos en pos de su autoafirmación. La pretendidamente sutil dicotomía de Gladys está sostenida en la intensa y profusa en matices actuación de Carolina Zaccagnini, a la vez puestista y directora junto al autor. Gonzalo Kunca completa el elenco con un Carlos creíble desde su vínculo con Gladys hasta en ademanes propios de su profesión. Con sobriedad, sin estridencias, pero no escatimando recursos en lo esencial, este equipo resuelve más que dignamente el trabajo que encara. (Digresión quizás tardía: si lo expuesto en el primer párrafo de este artículo les ha sonado a una clara toma de partido, no se equivocan. Es que gracias a este interesantísimo texto de De la Puente y a esta plausible puesta he dado –por fin y de manera placentera– con la adecuada designación de mi inveterado pero hasta ahora innominado diagnóstico: rotulismo.)


LUCHO BORDEGARAY

OBRA: DIAGNOSTICO: ROTULISMO
LUGAR: Ciudad Cultural Konex. Sarmiento3131 Reservas: 5237-7200
Miércoles. a las 20:30 hs. - Localidades: $ 20.-
AUTOR: Maximiliano De La Puente
INTERPRETES: Carolina Zaccagnini, Gonzalo Kunca y Maximiliano de la Puente.
DIRECTOR: . Carolina Zaccagnini y Maximiliano De la Puente.
CALIFACIÓN: HAY QUE VERLA

Diego Braude, Imaginación Atrapada

Disponible en:

http://www.imaginacionatrapada.com.ar/Teatro/diagnostico-rotulismo.html


Artes Escénicas / Teatro - Crítica

Diagnóstico: Rotulismo - Maximiliano de la Puente

“Diagnóstico: Rotulismo”: La salud en la enfermedad

por Diego Braude dbraude@imaginacionatrapada.com.ar

Autoría: Maximiliano Ignacio de la Puente Dirección y Puesta en Escena: Maximiliano Ignacio de la Puente, Carolina Zaccagnini Intérpretes: Maximiliano Ignacio de la Puente, Gonzalo Kunca, Carolina Zaccagnini Escenografía: Karina Claramunt Iluminación: Lorena Díaz Quiroga Realización de escenografia: Emir Arevalos Gomez Operación de luces: Samuel Paiva Operación de sonido: Samuel Paiva Prensa: Carolina Alfonso Web: http://rotulismo.blogspot.com Ciudad Cultural Kónex, Sarmiento 3131, Teléfonos: 4864-3200 Web: http://www.ciudadculturalkonex.org Entrada: $ 20,00 - Funciones: Miércoles - 20:30 hs - Hasta el 25/06/2008

¿Qué es rotulismo? Jamás en la obra se define. Aparece experimentada, en todo caso, por los protagonistas. Leo es un paciente de la Licenciada Gladys, quien lo somete a numerosos ejercicios.

La escena inicial, precisamente, la de los ejercicios, se repite, se recicla. Leo pasa por situaciones que lo angustian, que lo ponen nervioso. Se da cuenta que se traba. Se encoge sobre la silla, donde se refugia de la mirada de Gladys. Ella, la terapeuta, está ubicada en un lugar de poder. Ella es la que tiene la solución para sus males.

Lentamente, de todas maneras, la cuestión se va enrareciendo. La terapeuta propone lugares donde Leo no se siente del todo cómodo. Acepta, acompaña, pero sólo porque espera su cura; la cura para el rotulismo.

Una serie de pequeños eventos se suma cuando la sesión está acabando, lo que promueve la siguiente cadena de situaciones, donde la terapia deja de ser terapia para ser otra cosa o, en todo caso, donde los roles se vuelven difusos. Un tercer personaje con lazos aparentemente similares a los actuales de Leo aparece en escena.

Para el paciente, queda en evidencia que su vida está algo así como condenada si no logra superar su rotulismo. La cura puede tomar años, años que Leo teme perder; la desesperación, lentamente, lo invade.

Por su parte, el poder de Gladys va desapareciendo a medida que ella misma se muestra necesitada de contención, la cual, como no sabe o no puede encontrarla o pedirla, la revierte (esencialmente, haciendo una reversión de la transferencia, trastocando los lugares de contenido y contenedor). Hay una suerte de secuencia de acciones y poses que ella suele repetir; mitad máscara, mitad ella. Cuando estas quedan evidenciadas como marcas, Gladys ve su rol de poder, su posibilidad de negociación con sus pacientes, caerse. En otras palabras, cada uno de los personajes está un poco solo y está buscando la solución a eso, como puede y con quién puede.

La acción jamás deja el ambiente del consultorio, como si este se convirtiera en un humilde campo de batalla, de necesidades, poderes y teatralidades (en definitiva, cada uno de los personajes está representando un rol para los demás).

www.imaginacionatrapada.com.ar
29/04/2008

jueves, 8 de mayo de 2008

Trailer rotulismo

Un video de la obra, con los momentos más significativos.