domingo, 4 de noviembre de 2007

Crítica de Clara Ibarzábal, Blog Ensinapsis

En: http://ensinapsis.blogspot.com/2007_10_01_archive.html#6092804239379246909

30 octubre, 2007

DIAGNÓSTICO ROTULISMO, de Maximiliano de la Puente

“Estar enfermo para alguien sano es un enérgico estimulante de la vida” F. Nietzsche

Los espectadores cierran el cuadrado donde se desarrolla la acción. Muy cerca de los personajes, funcionan como la pared de la habitación que – literalmente – ve y oye lo que pasa. Así, asisten a la intimidad de una sesión de consulta entre un hombre joven y su fonoaudióloga. Él padece una enfermedad lingüística, el rotulismo, y ella, con solvencia profesional, le propone distintos ejercicios vocales. La incomodidad de Leo resulta muy cómica para quien la mira, sabiéndose fuera del círculo de obediencia necesaria – mil veces vivida - que implica la relación terapéutica: el que se quiere curar se pone en manos de la autoridad en la materia.

Pero lo habitual deja abierto un espacio de sombra que no se llena. ¿Qué vínculo los une? Aparentemente, hay un lazo afectivo, reconocido y negado simultáneamente, por uno y otro. Poco a poco, se difuminan los límites entre relación terapéutica y personal, al igual que la línea que separa la salud de la enfermedad y la necesidad de curarse y la de sanar. Las llamadas telefónicas que Gladys recibe y la llegada de Carlos, un antiguo paciente y novio, hacen progresar la acción al tiempo que nos llenan de preguntas, como el olor persistente que invade la casa.

Con lenguaje comprensible, cotidiano, se nos cuenta una historia que entendemos con claridad. Sin embargo, las palabras y los gestos comunes velan zonas de estas vidas que quisiéramos conocer. Por un lado, ignoramos el origen y las características de esta afección que padecen Carlos y Leo. Las palabras y los gestos hablan de cuestiones – sentimientos, pasado – que se vuelven inasibles. Unida al saber va una nueva sed, insaciada, pues el misterio persiste. Si rotular es hacer carteles y catalogar, aquí se evidencia como una pretensión vana, imposible, pues lo nombrado muta y el lenguaje empobrece la compleja realidad, nunca alcanza a dar cuenta de ella, apenas nos permite asomarnos.

La proximidad de la platea exige una enorme concentración de parte de los actores, inmersos en la situación escénica. El pilar de esta puesta es, sin duda, el trabajo de Carolina Zaccagini, quien logra darnos indicios de todas las ambigüedades de esta mujer que detenta el poder del que sabe y da salud y a la vez “padece” sus debilidades. La escena inicial con Leo capta la complicidad del espectador gracias a la potencia del juego que se establece entre ellos, en el que el receptor se involucra rápidamente. Gonzalo Kunca , en el papel de Carlos, acentúa el deseo de ahondar en esas relaciones y la dificultad para lograrlo. La escenografía de Karina Claramunt y la iluminación de Lorena Díaz Quiroga se adecuan a la puesta, de corte deliberadamente realista.

Lejos de la estética de “Yace al caer la tarde” – tanto en términos textuales como de puesta – y del logrado homenaje a Beckett de “Hecho para la ocasión”, el autor logra darle sustento a esta trama con un registro llano, en el que el espectador hace pie para mirar más allá, si se anima.

Clara Ibarzábal

Ganadora del concurso de obras teatrales de Konex-Argentores en el año 2005.
Autoría: Maximiliano de la Puente
Actúan: Maximiliano de la Puente, Gonzalo Kunca, Carolina Zaccagnini
Escenografía: Karina Claramunt
Iluminación: Lorena Díaz Quiroga
Realización de escenografia: Emir Arevalos Gómez
Puesta en escena: Maximiliano de la Puente, Carolina Zaccagnini
Dirección: Maximiliano de la Puente, Carolina Zaccagnini
Web: http://rotulismo.blogspot.com
CIUDAD CULTURAL KONEX
Dirección: Sarmiento 3131
Teléfono: 4864-3200
Web: http://www.ciudadculturalkonex.org.ar
Entrada: $15,00 - jueves - 21:00 hs - Hasta el 29/1/2007


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